La pareja es un lugar donde nos encontramos como iguales, como pares. Si
no hay igualdad, en verdad no hay pareja, sino otra cosa, otro
convenio, por lo general poco feliz.
De algún modo, la cizaña en
una relación empieza cuando uno de los dos piensa: «yo soy mejor que tú»
o «yo soy peor que tú». Ambas posiciones, ponerse por encima o por
debajo, agrandarse o empequeñecerse, tensan las cuerdas de la alquimia
emocional de la pareja y constituyen la semilla del maltrato, que cuando
crece y crece se transforma en juegos psicológicos fatales y en
violencia de cualquier tipo.
Joan Garriga
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